Meditación

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MEDITACIÓN MINDFULNESS

¿QUE ES MINDFULNESS?

Mindfulness puede definirse sencillamente como la capacidad de: Prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
Mindfulness ha sido traducida al español en diferentes formas, todas compuestas a falta de una palabra que de con el significado original.
Las traducciones más comunes son Atención Plena, Plena Conciencia, Presencia Mental y Presencia Plena/Conciencia Abierta entre otras.
Emplearemos la traducción más utilizada en este momento que es "Atención Plena" y, en la generalidad de los casos, directamente el vocablo inglés Mindfulness.
La palabra Mindfulness es también una de las primeras traducciones que se hicieron de la palabra "Sati" del lenguaje Pali, un idioma vernacular similar al sánscrito que se hablaba en la época en la que el Buda comenzó a enseñar, hace 2500 años.
Sati es la nominalización del verbo "Sarati" que significa rememorar o recordar.
Puesto que recordar es precisamente traer al presente, en su concepción última Sati o Mindfulness es la capacidad humana básica de poder estar en el presente y de "recordarnos" estar en el presente, es decir, constantemente estar volviendo al aquí y ahora.

• Vivir en el presente
No podríamos vivir sin la capacidad de estar en el presente: es la que nos permite recordar a dónde estamos yendo mientras caminamos, aún cuando durante el trayecto nos hayamos perdido en miles de pensamientos. Sin Mindfulness sería imposible poder observar y reconocer la propia experiencia y vivir en este mundo.
Sin embargo, y aunque creemos tener control conciente de nuestra atención, lo que normalmente sucede es que estamos constantemente atendiendo a pensamientos acerca del pasado o del futuro o bien, reconociendo solo una pequeña porción de lo que está sucediendo en el presente: si lo que estoy experimentando me gusta, quiero que continue o si lo que estoy experimentando me desagrada, quiero que desaparezca.
Mindfulness permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando activamente el fluir de la experiencia tal cual se está dando. Así es que, aunque experimentemos algo desagradable (por cierto algo inevitable en la medida en que estemos vivos), podremos ahorrarnos el sufrimiento añadido de tener que lograr que aquello desagradable desaparezca. Quedarse solo con lo que experimentamos sin agregar nada más es lo que la práctica de Mindfulness permite.
Aunque comunmente se asocia Mindfulness o Sati con el budismo, muchas de las tradiciones religiosas del mundo utilizan Mindfulness de manera implícita o explicita, pues es una capacidad básica y humana de conexión con el presente. La asociación con el budismo debe su razón a que fue en el seno de esta tradición que se generó un corpus amplio de prácticas que permiten refinar y profundizar esta capacidad hasta grados altísimos. La meditación Mindfulness o de insight es una de ellas y se practica en una gran cantidad de formas.

• Mindfulness en Occidente
Durante los últimos 30 años, la práctica de Mindfulness o Atención Plena está integrándose a la Medicina y Psicología de Occidente.
Es aplicada, estudiada científicamente y por ello reconocida como una manera efectiva de reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés y mejora el bienestar general.
Mindfulness o Atención Plena significa prestar atención de manera conciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
Jon Kabat-Zinn, conocido referente mundial de Mindfulness por haber introducido esta práctica dentro del modelo médico de occidente hace más de 30 años, fundó la Clínica de Reducción de Estrés en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts.
Allí introdujo a los pacientes a la práctica de Mindfulness para el tratamiento de problemas físicos, y psicológicos, dolor crónico, y otros síntomas asociados al estrés.
Jon Kabat-Zinn define Mindfulness como: “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”.
Este tipo de atención nos permite aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente.
Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar concientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida. En contraposición, una vida en la que no ponemos atención, en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aun no ha ocurrido, nos conduce al descuido, el olvido y al aislamiento, reaccionando de manera automática y desadaptativa.
La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, atendiendo de forma integral a los aspectos de la persona; cuerpo, mente y espíritu. Practicando la atención plena desarrollamos una mayor capacidad de discernimiento y de compasión.
La práctica de esta atención abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos trae al aquí y al ahora, nos invita a vivir una vida de manera plena y en el presente.

1.- Un propósito saludable
El saludable propósito de practicar la atención al presente consiste, por un lado en superar la ansiedad y el estrés que me produce el aturdimiento de vivir distraído. Y por otro en sostener la empatía que me permite relacionarme afectuosamente conmigo mismo y con los demás.

2.- La Atención intencionada
Durante mi vida, muchos estímulos externos o internos terminan “atrayendo” mi atención. A este tipo de atención la llamo atención no intencionada, pues generarla no depende de mi intención. Para promover y sostener la atención al presente es imprescindible sostener la atención, intencionadamente.

3.- La Atención inducida
Cuando escucho una experiencia guiada para relajarme, por ejemplo, la atención es inducida. ésta aunque no genera los mismos beneficios que la atención intencionada, es un excelente recurso para iniciar las practicas de atención al presente o para compartir objetos de atención con personas con deterioro cognitivo.

4.- El lugar
Si tengo posibilidad de elegir un sitio donde practicar la atención al presente, con seguridad buscaré un lugar limpio, cómodo, silencioso y acogedor. Sin embargo el mejor lugar para practicar la atención al presente es en el que me encuentro.

5.- El momento
Si tengo posibilidad de elegir un momento en el que practicar la atención al presente, con seguridad elegiré los momentos del día que no tenga obligaciones que me apremien. Sin embargo el mejor momento para practicar la atención al presente es el que estoy viviendo.

6.- La postura Si tengo posibilidad de elegir la postura con la que practicar la atención al presente, con seguridad buscaré estar relajado de pies a cabeza, sin tensiones en las manos, hombros, mandíbula o cuello y sentado con la espalda erguida y con las manos sobre las rodillas. Sin embargo la mejor postura para practicar la atención al presente es la que tengo.

7.- La condición adecuada
Reconozco que la condición adecuada para practicar los ejercicios de atención al presente es la de alegre agradecimiento. Por ello no vivo su práctica como una obligación, sino como una gozosa oportunidad de proporcionarme salud.

8.- La descripción de cada ejercicio
Los ejercicios están descritos de forma breve. Solo se menciona lo importante de cada uno. Los aspectos complementarios los adecua cada cual a sus circunstancias y mejor parecer. De esa forma cada cual ha de buscar las respuestas de como llevarlos a cabo, en sí mismo, reforzando el auto aprendizaje que nos lleva a buscar las respuestas dentro de cada uno.

9.- Repito lo que me resulta útil Mi observación al atender al presente me irá orientando sobre cuales son los mejores ejercicios que me permiten sostener la atención al presente durante el día.

10.- Evaluar para aprender Tras los ejercicios de atender al presente me propongo considerar la experiencia vivida con la intención de aprender y en el caso de compartir la experiencia con otros, lo hago ateniéndome únicamente a lo aprendido a través de mi propia experiencia.


EJERCICIOS MINDFULNESS:

"TAREA DEL DIA": MANTENER LA ATENCIÓN PLENA EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS:

• Caminata Mindfulness
Si durante el día sueles dar un paseo, quizás para ir al trabajo o cuando regresas de este, puedes aprovechar ese momento para sumergirte en un estado Mindfulness.
Se trata simplemente de que te concentres en esas sensaciones que a menudo obvias, como los pies tocando el suelo y el sol o el viento contra tu piel. Céntrate en tu respiración y focalízate en lo que está sucediendo en tu cuerpo. Se trata de desarrollar una atención relajada, no sobre el entorno sino sobre nosotros mismos.

• Comida Mindfulness
Mientras comes, también puedes practicar la meditación Mindfulness. De hecho, no solo te lo agradecerá tu equilibrio psicológico sino también tu salud digestiva. Lo usual es que comas con prisas o sin prestar demasiada atención a los alimentos. Sin embargo, intenta degustar ese primer bocado de comida, presta atención a los colores, los olores, los sabores y las texturas, experimenta las sensaciones de esta práctica.
Mira la comida, disfruta sus colores y aroma. Nota cómo el cuerpo reacciona ante estos estímulos. Reencontrarás el placer de comer y te sentirás saciado mucho antes.

• Escucha Mindfulness
Dedica al menos cinco minutos al día a escuchar de forma activa.
Tómate una pausa y escucha todos los sonidos provenientes de tu entorno.
Si vives en una ciudad, es probable que escuches sirenas, coches, perros, gente hablando. No obstante, lo importante es que escuches sin juzgar, sin pensar que se trata de sonidos que te incomodan, escucha como si se tratase de una sinfonía el grupo de música que más te gusta.
Otra alternativa consiste en ponerte los audífonos y escuchar una canción, pero sin juzgar, simplemente disfrutando las notas y las letras. Descubrirás que el mundo se percibe de otra manera.

• Respiración Mindfulness
Respiramos para vivir, pero se trata de una función que realizamos de manera automática. De hecho, a menudo no respiramos bien sino de manera incompleta, por lo que no utilizamos plenamente nuestro sistema respiratorio. Por eso, puedes tomarte cinco minutos del día para respirar profundamente. Puedes elegir ese momento en el que te sientes más estresado, enfadado o irritable.
Toma lentamente el aire por la nariz, siente como se mueve el tórax, reten el aire durante algunos segundos y luego expúlsalo, muy lentamente, por la nariz nuevamente, a la vez siente y piensa solo en la respiración. Cuando salgas de la respiración consciente, tendrás más energías y te sentirás más tranquilo.

• Costumbres Mindfulness
A lo largo del día desarrollamos variadas tareas y actividades de forma automática y regular, las hemos aprendido a lo largo de los años y ahora simplemente las hacemos de manera automática. Sin embargo, puedes aprovechar estos momento para tener una pequeña pausa, un momento contigo mismo. Por ejemplo, mientras te cepillas los dientes, cuando te peinas, te vistes, cuando te tomas una ducha, es en estos íntimos momentos en que puedes hacerte consciente las sensaciones que experimentas, desconectando de tus pensamientos y conectando con tus sensaciones. Experimentar la naturaleza Quizás no lo puedas hacer todos los días pero al menos dos veces por semana, planifica el estar en contacto con la naturaleza, quizás mientras haces deporte. Entonces cuando estés en el momento, deja que los pensamientos pasen de largo, no te enganches a ellos, dirigiendo toda tu atención hacia afuera, hacia la naturaleza, a lo que estás viendo, descubre los pequeños detalles y siente cómo incide en tu cuerpo. Entonces te darás cuenta de que ese camino que siempre has recorrido sin prestar atención a él, está lleno de detalles, completamente disfrutables, cada vez que lo recorras con esta actitud, descubrirás cosas completamente diferentes.

• Atención plena de la respiración
Este ejercicio puede durar de 20 a 30 minutos. Búscate un lugar cómodo y tranquilo en donde puedas sentarte. Siéntate de forma que los huesos sostengan tus músculos y no tengas que hacer esfuerzo para mantenerte en esa postura durante todo el ejercicio. Para ello, mantén la espalda recta y apoyada suavemente, con las paletillas ligeramente caídas y la barbilla algo metida hacia el pecho. Inspira hondo tres veces para relajarte y soltar cualquier carga que lleves encima.
Deja caer suavemente los párpados o cierra parcialmente los ojos, según te resulte más cómodo. Créate una imagen de ti mismo sentado. Nota tu postura en la silla como si te estuvieras observándote desde fuera. Deja a tu cuerpo y a tu mente tal como están. Ahora presta atención a la respiración. Presta atención dónde la notes con más fuerza. Algunos la notan en la nariz, otros la perciben como una brisa en el labio superior. Otras personas perciben el pecho que sube y baja. Otros la notan con más claridad en el abdomen, al expandirse la barriga con la inspiración y al retraerse con la espiración.

No te pierdas la oportunidad de explorar tu potencial espiritual. Se inicia con sesiones individuales para ayudarte a vencer el poder de la mente y que puedas estabilizarte en la práctica de Meditación de varios tipos. Luego continuas con grupos pequeños que te ayudan a estar en una atmósfera de frecuencia alta en donde tu Meditación florece y encontramos claridad mental.
El trabajo grupal es fundamental para establecerse en la práctica de la Meditación. El ritmo de vida moderno y el permanente bombardeo de información e imágenes hace casi imposible la práctica de Meditación sin la ayuda de un guía y el grupo. A TRAVÉS DEL TRABAJO GRUPAL, El individuo eleva su FRECUENCIA VIBRACIONAL y por ende su propio estado de conciencia. La ayuda del grupo y del guía espiritual es fundamental para contener y motivar al individuo a avanzar más rápido en establecerse en la práctica de Meditación y así obtener un estado de bienestar físico, mental y espiritual.


Nuevo programa de grupos pequeños para el estudio de la teoría y práctica de la Meditación:

• Introducción a la Meditación: Técnicas de Relajación física y mental.
• Meditación Budista Samatha y Vipassana en 6 estadios o aspectos.
• Meditaciones de Osho: Kundalini, Dinámica, Nataraj.
• Meditaciones con visualizaciones guiadas para la sanación personal y planetaria (Biorrelatividad).
• Meditaciones con las nuevas tecnologías del sonido: Ondas alpha, beta, theta y gamma para elevar la frecuencia vibracional.
• Preparación para los cambios energéticos, globales y espirituales que se intensificaron desde el año 2012.
• Instructorado para enseñar Meditación.

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EL ARTE DE LA MEDITACIÓN

MEDITACION BUDISTA: SAMATHA Y VIPASSANA

Las meditaciones budistas permiten incrementar la capacidad de conciencia y positividad,mejorando aspectos fundamentales en nuestras vidas, también se utilizan para ver la naturaleza de las cosas como realmente son. A pesar de que meditación es una palabra que se utiliza a menudo de una manera coloquial en Occidente no es extraño que existan malentendidos al respecto. Posibles malos entendidos de la meditación Hay varios posibles malos entendidos de lo que es la meditación: uno de ellos es pensar que la meditación es tan solo un tipo de relajación. Otro puede ser que la meditación es un estado de trance. Por otro lado a veces se piensa que la meditación es un agradable viaje lejos de la realidad o que la meditación es una forma de autohipnosis, incluso se afirma que la meditación es poner la mente en blanco. Es cierto que la meditación es un antídoto poderoso contra la tensión, pero este beneficio es secundario y no su objetivo principal. La meditación así mismo no es un trance ni un estado hipnótico en el que se pone la mente en blanco. La meditación es una forma de conciencia más amplia en la que se eleva a nuevas alturas y no una forma de reducirla a un estado semiconsciente. Otro error común acerca de la meditación es identificarla como una técnica en particular. Obviamente el igualar cualquiera de esas técnicas de meditación con la meditación en su totalidad significa adoptar un criterio restrictivo. La meditación es esencialmente un estado de ser, o más bien varios estados de ser y conciencia relacionados. No hay una forma de lograr este estado que sea la “correcta”. Aunque algunas técnicas de meditación resultan muy eficaces para ciertas personas, en ciertos niveles de su desarrollo, no se debería de identificar a la meditación con ninguna de estas específicas técnicas. Las muchas técnicas de meditación budista pueden dividirse en dos grupos principales dentro de su propósito progresivo. Estas son las técnicas que se agrupan con el término Samatha, una palabra sánscrita que aproximadamente significa ‘paz’ o ‘tranquilidad’, y las técnicas que se agrupan con el término Vipassana o técnicas para alcanzar ‘visión clara’, ‘percatación’ o ‘discernimiento’.
 

La Meditación Samatha

La meditación Samatha calma la mente y orienta el sentido de la conciencia, fomenta las emociones positivas y expande nuestra perspectiva. Esta forma de meditación es una preparación esencial para las técnicas Vipassana o de visión clara, que son más avanzadas; sin esta base Samatha es muy poco probable que surja la visión clara; que es el objetivo de la meditación Vipassana. Nuestro estado mental normal se encuentra dividido y a veces muy poco concentrado, afectado por emociones negativas y limitado por sus puntos de vista; por lo tanto en este estado no es posible percibir las cosas como realmente son. Nuestro nivel de conciencia normal puede compararse con una mala linterna, que produce una luz difusa al tener las pilas gastadas. Por lo tanto no nos sirve para alumbrar en la oscuridad. El objetivo de la meditación Samatha podría verse como el concentrar la luz y recargar las pilas, de tal manera que podamos ver claramente. O, si usamos una analogía budista más tradicional: nuestro estado mental normal podría compararse con agua turbulenta y llena de lodo, tan contaminada por la suciedad que no deja pasar la luz. La meditación Samatha calma la turbulencia de la mente y permite que se asiente el lodo, de tal forma que el agua alcance transparencia, brillantez y claridad.
 
Dos métodos tradicionales de meditación Samatha
La mayoría de las técnicas de meditación Samatha utilizan un objeto de concentración, que puede ser el proceso de la respiración, un disco de color, la llama de una vela, incluso un mantra o una emoción positiva tal como el amor Universal. De todos éstos diferentes objetos probablemente el que más se usa es la respiración. Esta práctica, generalmente conocida como “el seguimiento de la respiración”, es descrita por el Buda con detalle en los escritos tempranos y se usa, con variaciones, en la mayoría de las escuelas budistas. Otra práctica de meditación Samatha es el “desarrollo del amor Universal”, en la que el meditador genera un poderoso sentimiento de amor Universal hacia sí mismo y hacia otros, usando este sentimiento como el objeto de concentración. Estas dos técnicas de meditación nos proporcionan una forma directa de trabajar en nuestra persona y de cultivar dos cualidades de central importancia para el desarrollo meditacional: la concentración y la sensitividad.
 
Observando la respiración
El seguimiento de la respiración permite desarrollar un nivel de concentración que raramente se experimenta en nuestra vida normal; para muchos después de hacer esta meditación es una revelación sentirse tan conscientes. La conciencia que se desarrolla en la meditación empezará a tener un efecto en nuestros estados mentales de todos los días, dando más claridad y más espacio en nuestra vida, con una nueva libertad para actuar de una forma más creativa.
 
Desarrollo de amor Universal
La práctica del desarrollo del “amor Universal” proporciona una forma directa de trabajar con las emociones, incrementando la autoestima y el cariño por otras personas. Muchas personas que hacen esta práctica por primera vez se sorprenden al ver que es posible sentir emociones tan positivas e intensas. Si los efectos de la meditación se refuerzan con un comportamiento ético, estos sentimientos pronto empezarán a extenderse a toda nuestra vida, donde parecerá tener un efecto casi “mágico”, mejorando nuestras relaciones interpersonales y a través de ellas, toda nuestra vida.
 
Niveles de profundidad en la meditación Samatha
Todas las técnicas Samatha tienen el objeto de inducir estados de concentración, unificando en la conciencia partes de nuestro ser de una manera armoniosa, tranquila y clara. Si estamos llevando una vida ética en un ambiente favorable, que fomenta la satisfacción y las emociones positivas, cuando se medita se llega a transformar el vagabundeo mental que hay en la cabeza para dar lugar a sentimientos agradables de ligereza, quietud y tranquilidad. Empezarán a disolverse los conflictos internos, reemplazando los elementos inquietos y egoístas por perspectivas mas amplias y objetivas. Al desarrollar estados meditativos puede que se experimenten olas de gozo, que parecen surgir de las profundidades de aquel que medita; en algunas personas estas olas serán tan fuertes que producirán profundos y agradables escalofríos. Por otra parte, uno se saturará de emociones cálidas, de tal forma que se fundirá la parte emocional y la parte mental en una sola facultad, experimentándose todo con una nueva luz, más clara y brillante. Los meditadores más experimentados pueden alcanzar estados aún más profundos, hasta llegar a niveles de inspiración en los que se disuelven los límites normales entre uno y el resto del mundo. Entonces pueden surgir en algunas personas los denominados poderes sobrenaturales, tales como la capacidad de ejercer un efecto benevolente en la experiencia de otros. No cabe duda que todo esto es sublime y es algo que puede estar al alcance de cualquier meditador regular. Sin embargo la meditación no siempre es así. En algunas ocasiones el meditador pasará por periodos en que meditar significa batallar con una mente llena de deseo insatisfecho, ira o conflicto. En estas ocasiones la meditación representa una tarea ardua. Sin embargo, aún cuando se experimentan dificultades, la meditación es un trabajo realmente útil debido a que nos permite tener un control gradual de estados mentales torpes, tanto en las sesiones de meditación como en el resto del día. A pesar de que la meditación Samatha es una preparación para la práctica Vipassana, debe estar claro que no es algo simplemente preliminar. No es algo que tengamos que llevar a cabo a prisa para poder así empezar con el trabajo auténtico. Aunque no existiera la meditación Vipassana, todavía sería muy útil la meditación Samatha, ya que aún cuando puede ser ardua lleva a elevar los estados mentales dando al meditador calma y positividad. La meditación Samatha, en el mejor de los casos, es profundamente placentera y puede tener efectos muy grandes, dándole a nuestra experiencia de vida una perspectiva más amplia, clara y brillante.

 

La Meditación Vipassana

Para la mayoría de la gente el fruto inmediato de la práctica budista es un estado de mayor calma, positividad y conciencia, junto con una sensación de crecimiento, plenitud y satisfacción. Sin embargo todas estas cualidades, por positivas que sean, no son todo el objetivo de la meditación. Son cualidades deseables pero sujetas al cambio. Incluso el ser humano más sano puede verse afectado por el cambio cuando este sucede con la adversidad, la enfermedad, vejez o muerte. En estas situaciones necesitamos ser algo más que seres humanos saludables. Los budistas usan prácticas de meditación Vipassana como métodos para fomentar la visión clara. Existe un gran número de prácticas Vipassana; quizás la mayoría de las muchas técnicas de meditación budista son de esta clase. No sería muy útil describir ninguna de ellas en detalle en un articulo como éste, sin embargo todas cuentan con ciertas características comunes. Todos los métodos Vipassana deben practicarse por meditadores experimentados. El primer estadio común en las meditaciones Vipassana consiste en el establecimiento de una calidad meditativa firme usando alguna de las practicas Samatha. Una vez que se ha establecido esta calidad meditativa, la persona tiene que dejar que su atención se centre en algo que represente o simbolice algún aspecto de la realidad última; esta representación puede darse por medio de palabras o de una imagen visual. Dejamos que este “símbolo” impregne la conciencia serena y concentrada del meditador, de tal forma que pueda llevar a una visión clara y genuina de la verdad que representa. Otra forma de llegar a Vipassana es cuando una vez que se establece el estado meditativo, la persona puede concentrarse en la naturaleza misma de la mente, o puede volverse intensamente consciente de su experiencia de cada instante, con el objetivo de alcanzar una visión clara de la naturaleza de la realidad que se está experimentando. Ya se ha observado que la visión clara, dentro del contexto budista, no se refiere únicamente a una comprensión intelectual. Es importante que esto quede claro. Nuestra mente racional ocupa tan solo una pequeña parte de nuestra psique. Un entendimiento intelectual del mundo o de nuestra persona puede ser una revelación, sin embargo no es suficiente para cambiar nuestra conducta o nuestra perspectiva. La visión clara genuina impregna y altera nuestro ser en su totalidad. Para experimentar una visión clara y verdadera necesitamos encontrarnos en un estado especial y más elevado. Necesitamos establecer los cimientos de la meditación Samatha antes de que pueda ser eficaz nuestra meditación de la visión clara. No es posible alcanzar la meta del budismo, la Iluminación simplemente leyendo libros, estudiando o filosofando, por valiosas que puedan ser estas actividades.
 
El Objetivo Último
El objetivo último de la meditación Vipassana es permitir que la visión clara madure hasta, el punto en que cause, lo se ha llamado, “un giro en el asiento más profundo de la conciencia” (Paravritti). Una vez que esto ha sucedido no hay retroceso: ha ocurrido un cambio tan profundo y fundamental que no es posible regresar a las antiguas formas de ver la vida. A partir de este punto todo nuestro ser se desplaza hacia la Iluminación.
 

MEDITACIÓN

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"Solamente la Meditación puede hacer a la humanidad civilizada, porque la Meditación puede liberar tu creatividad y llevarse tu capacidad de destrucción. La Meditación puede traer tu compasión y llevarse tu crueldad. La Meditación puede hacerte responsable de tu propio ser entonces no puedes volverte una mala persona, un criminal. Para ser un criminal se necesita estar completamente inconsciente. La Meditación erradica tu inconsciencia, abre las puertas de la luz y de repente, lo que estabas haciendo en la oscuridad empieza a desaparecer. Osho Sat- Chit- Anand






 

Un monje le preguntó a Ma Tzu, “¿Qué es el Buda?”
Ma Tzu respondió, “La mente es el Buda”
El monje preguntó otra vez, “¿Cuál es el camino?
La no mente es el camino”, respondió Ma Tzu

Osho.
Ma Tzu. El espejo vacío.
 

APRENDER RELAJACIÓN Y MEDITACIÓN

El hombre y la mujer modernos viven una vida tan acelerada y agitada que les resulta casi imposible sentarse un momento sin hacer nada. La mente se dispara constantemente y una lluvia de pensamientos nos impide que vivamos en el presente y disfrutemos el aquí y ahora. Las técnicas de relajación corporal ayudan a relajar la mente y nos acercan a poder considerar la posibilidad de sentarnos a meditar. Meditación tiene la misma raíz que medicación. La meditación es un remedio, una cura para la mente. Estamos todos un poco enfermos en el sentido de que hemos perdido el camino y nos hemos alejado de nuestra propia esencia. La meditación nos ayuda a encontrar el camino de vuelta a casa. Las meditaciones guiadas con visualizaciones son muy útiles ya que ayudan a aprender a relajar la mente y el cuerpo a través de crear un estado de tranquilidad y quietud siguiendo la voz del instructor, visualizando una situación en particular que poco a poco nos va relajando. La relajación corporal y mental, a través de prácticas de visualizaciones guiadas,tranquilizan y relajan el cuerpo y la mente y preparan el camino para el segundo paso que es sentarse a meditar en silencio siguiendo la respiración (Samatha)para desarrollar nuestra capacidad de concentración. Esa cristalización de nuestra concentración la vamos a utilizar luego en un nivel más profundo para observar los pensamientos y la naturaleza misma de la mente(Vipassana). En la meditación vamos a encontrar muchos obstáculos: ansiedad mental, emociones, miedos, dudas, pero aplicando los antídotos y desarrollando Bodhichita: una actitud de compasión que busca de manera espontánea la iluminación para beneficiar a los seres vivos, podremos superar todos los problemas y profundizar nuestra práctica hasta alcanzar un nivel en donde los obstáculos quedan atrás para siempre.

Pacientes con enfermedades terminales como cáncer y otras enfermedades graves han sido curados a través de visualizaciones específicas con técnicas de auto-curación con el Método Silva de control mental creado por José Silva en Laredo, Texas, USA.Existe documentación comprobada que prueba estos fenómenos.La Meditación está siendo reconocida como un factor importante en el mantenimiento y reestablecimiento de una buena salud. En USA cerca de 10 millones de personas utilizan la Meditación diariamente y el número de adeptos crece rápidamente. ¿Porqué? Por que funciona no solamente para alcanzar paz y armonía interna sino también para mejorar y reestablecer la salud del cuerpo. Cada vez más doctores la recomiendan. Algunos artículos que fueron noticia en los medios:

Publicado en the Washington Times – Aug 14, 2003
Un nuevo estudio médico afirma que la gente que practica entrenamientos de Meditación producen más anticuerpos hacia una vacuna de la gripe que la gente que no practica Meditación. Aquellos que participaron en el estudio mostraron signos de incremento en áreas de la actividad cerebral relacionada con emociones positivas comparadas con la gente que no medita.
 
CBS News – Agosto 27, 2003
La gente que práctica Meditación en la actualidad pertenece a todos los estratos de la sociedad y no son necesariamente gente de la nueva era. Médicos, abogados, atletas, profesionales, empleados públicos,estudiantes y hasta prisioneros meditan. Cada vez más está siendo comprobado que meditar ayuda a combatir la depresión, a controlar el dolor en enfermedades terminales, aminora el avance del cáncer, aumenta la longevidad, estimula el sistema inmunológico y reduce significantemente la presión sanguínea.
 
Time Magazine – Agosto 4, 2003
Estudios muestran que no solamente la Meditación mejora el sistema inmunológico, sino que escaneos hechos en el cerebro indican que reduce considerablemente el estrés y es recomendado cada vez más por Médicos especialistas como una manera para prevenir y controlar el dolor en enfermedades crónicas como sida, cáncer y enfermedades cardiovasculares. La utilización de herramientas como Meditación y visualizaciones mentales esta cambiando la manera de tratar desequilibrios mentales y físicos y ha abierto nuevas puertas también en el mejoramiento económico de las personas (Ley de atracción)con resultados probados ampliamente. En mi visión del Coaching actual, utilizo todas estas nuevas herramientas acelerando los resultados y objetivos, logrando vencer la angustia y depresión existencial y material en que se encuentra mucha gente.

Meditación; Budista: ZAZEN

Lo primero que tenemos que aprender es la mejor manera de sentarnos.Hay dos principios importantes que debemos tener en mente al buscar una postura adecuada para meditar. • La postura debe permitir que te relajes y estés cómodo. • La postura debe permitir que te mantengas alerta y atento.
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Son dos principios vitales. Si estás incómodo, no podrás meditar. Si no te puedes relajar, no podrás disfrutar de la meditación y, muy importante, no podrás dejar ir los conflictos emocionales subyacentes que provocan tensiones físicas. Sentarte derecho te permite abrir el pecho, para que puedas respirar con libertad y esto, a su vez, te ayuda a desarrollar y mantener un estado de atención consciente alerta, pero relajado. Te mostraremos cómo adoptar una postura efectiva de tres maneras: sentado en una silla, sentado en un cojín o un banquito y sentado con las piernas cruzadas. Todas estas posturas son buenas. Lo importante es encontrar la que te resulte cómoda. Recuerda: puede ser que te parezca elegante sentarte con las piernas cruzadas pero, si no tienes la flexibilidad para eso, sencillamente vas a sufrir. Sé bueno contigo mismo. Elige una postura en la que te encuentres cómodo.
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Hay muchos modos de sentarse a meditar. Puede ser en silla, cojín, banquito.
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También con las piernas cruzadas en diversas maneras, desde la sencilla postura del sastre hasta el loto completo.

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Sentado en una Silla

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Insistiré en que es necesario encontrar la postura que te resulte más cómoda. Escucha a tu cuerpo. La incomodidad te distraerá de la meditación y es, asimismo, un modo en que el cuerpo te dice que algo anda mal (aunque hay que aprender a distinguir la incomodidad del estiramiento de la incomodidad del dolor dañino, cosa que quizá ya puedas hacer, pero volveremos a este punto más adelante). En otras secciones veremos algunos errores comunes en la postura pero, por ahora, esto es lo que debes recordar cuando te acomodes para estar relajado y atento:
1. Tu columna vertebral debe estar derecha, siguiendo su tendencia natural a ahuecarse ligeramente en la zona lumbar. No debes estar muy inclinado hacia delante ni tener una exagerada curvatura en tu columna baja.
2. Tu columna debe estar relajada.
3. Tus hombros tienen que estar relajados y ligeramente hacia atrás y hacia abajo, ayudando a que el pecho se abra y que la respiración sea natural y no se constriña.
4. Tus manos deben estar apoyadas, ya sea sobre un cojín o en tu regazo, para que los brazos puedan relajarse.
5. La cabeza tiene que estar equilibrada, sin esfuerzo, sobre tu columna, con la barbilla ligeramente recogida. La nuca debe estar relajada, alargada y abierta.
6. Tu cara tiene que estar relajada, suavizando el ceño. Tus ojos relajados, igual que la quijada y la lengua. Ésta toca la parte trasera de los incisivos superiores. Enseguida, veremos las formas más comunes en que te puedes sentar. Empezaremos con la más fácil y luego veremos algunos errores frecuentes en la postura y cómo corregirlos.
Comenzaremos con las posturas más sencillas. Algo que normalmente noto en los principiantes es un deseo de acomodarse en una postura que les cuesta mucho trabajo. Por supuesto, el resultado es incomodidad, distracción y hasta lesiones. Hay que ser gentil consigo mismo. Puedes meditar perfectamente en una silla del comedor o de tu oficina. Para ajustarla, sólo tienes que elevar sus patas traseras unos cuatro centímetros. Esto le dará una inclinación hacia delante, que te permitirá sentarte derecho sin mantener rígida la espalda y sin que tengas que recargarte en el respaldo. Para ello, puedes usar algunas tablas o libros. Es posible que el meditador en esta imagen necesite elevar las patas traseras de la silla otro centímetro y medio, de modo que pueda sentarse más derecho. Cuando medito sentado, me gusta que sólo la base de mi columna toque el respaldo de la silla. Es mejor no recargarse en ella; pienso que esto da lugar a un bajo rendimiento. Pon las manos en tus muslos, con las palmas hacia abajo. Si puedes, coloca los pies completamente apoyados en el piso. Si tus piernas son muy largas o muy cortas en comparación con tu silla, quizá esto no sea posible. Si tus pies no llegan al piso busca algo para apoyarlos (podría ser una cobija doblada). Si tus piernas son muy largas para la silla será mejor que busques otra o que pongas un cojín en el asiento, para estar más elevado. Algunas sillas de oficina son perfectas para meditar. Acomódala de manera que quede ligeramente inclinada hacia delante. Revisa que el respaldo haga apenas contacto con tu espalda baja. Ajusta la altura para que tus pies descansen completamente en el piso.
Loto y Medio Loto
Estas posturas son adecuadas sólo para quienes tienen mucha flexibilidad. Un amigo mío tuvo que operarse el cartílago de las rodillas después de forzarlas durante años, sólo para sentarse en flor de loto. Si sientes algún dolor en las rodillas o se te hace muy incómoda la postura, mejor intenta alguna de las que vimos antes.
En el loto completo, cada pie descansa sobre el muslo opuesto, con las plantas hacia el cielo (si sientes dolor en los tobillos detente y busca una postura más cómoda). En el medio loto, un pie queda sobre el muslo contrario, con la planta hacia arriba, mientras el otro está en el piso, como en la postura del sastre. Se dice que el loto completo es la postura más estable para meditar. El que puede estar cómodo así queda cerca del suelo (lo cual, por alguna razón, parece ayudar a que uno se sienta “aterrizado”) y, además, está en una postura muy equilibrada y simétrica. Si uno medita en sillas, cojines o banquitos, quizá tenga una postura aun más simétrica pero tendrá menos contacto con el suelo (si el hecho de no contactar tanto con el piso te intriga, trata de sentir la diferencia entre meditar en una silla y meditar en el piso).
Notar los Malos Hábitos
Cuando alguien tiende a echarse demasiado al frente o hacia atrás, por lo general, se debe a que le da a su pelvis una inclinación inadecuada. Son problemas que, a veces, se pueden corregir con tan sólo cambiar de postura. Lo mejor es que te observe un maestro experto pero, si no tienes esta opción, hay algunas pruebas que puedes llevar a cabo.
Hombros
Si queremos crear buenas condiciones para estar atentos, necesitaremos un pecho abierto, que nos dé sensación de espacio al frente, entre los hombros. Puedes preparar ese sentido de espacio si haces unas cuantas respiraciones profundas y llenas de aire la parte superior del tórax. Al inhalar, se elevará el frente de tu cuerpo. Siente la apertura de tu tórax y, a la vez, relaja los hombros, dejándolos caer hacia atrás.
Si, mientras estás sentado, sientes que tus hombros se estiran, quizá necesites apoyar tus manos más arriba.
Al meditar, es posible que sientas que tus hombros suben y bajan cada vez que inhalas y exhalas. Si te sintonizas con las sensaciones de tus hombros cayendo con la exhalación, podrás hacer que se relajen más profundamente.
Manos
Los brazos pesan mucho. Si no tienes las manos apoyadas, tus hombros tendrán que cargar todo ese peso. Eso quiere decir que se tensarán por estar cargando o que los músculos del hombro se estirarán demasiado. Sea lo que pase, resultará incómodo.
Revisa que tus manos estén apoyadas. Si estás sentado con las piernas cruzadas, entonces podrás apoyar las manos cómodamente en el regazo. Sin embargo, es posible que quieras ponerlas más en alto. Esto permitirá que tus hombros rueden mejor hacia atrás y se relajen más. Si estás en una silla, lo normal será que pongas las manos en los muslos, pero quienes tienen la espalda más larga necesitarán apoyar las manos en algo. Si estás hincado, en cojín o banquito, necesitarás tener una buena base para las manos. Puede servir otro cojín, o un suéter o una cobija, algo que ates alrededor de tu cintura. Si sientes algún dolor entre los omóplatos, prueba apoyando las manos arriba del nivel del ombligo.
Cabeza
Es muy importante la posición de la cabeza. Debe estar equilibrada, que casi parezca flotar sin esfuerzo sobre la punta de tu columna vertebral. Imagina que tu coronilla está colgada del hilo de un globo que sube y la eleva. Tu barbilla debe estar ligeramente recogida y la nuca alargada y relajada. Al meter la barbilla siente cómo los músculos de la nuca se relajan y se alargan.
Si metes demasiado la barbilla y tu cabeza se agacha, quizá tiendas a sentirte adormilado, o puedes caer en ciclos repetitivos de emociones, normalmente no muy positivas. Si echas la cabeza muy atrás, de modo que tu barbilla se eleve, notarás que tiendes a ponerte pensativo y un poco “acelerado”. Pero cuando recoges bien la barbilla, puedes estar al tanto de tus pensamientos y de tus emociones sin perderte en ninguno de ellos.
Una Lista para Revisar la Postura
1. Ajusta la altura de tu cojín, de modo que tu espalda se encuentre relativamente derecha, pero relajada.
2. Revisa que tus manos estén bien apoyadas.
3. Relaja los hombros; deja que caigan hacia atrás para que tu pecho se abra.
4. Acomoda el ángulo de la cabeza, para que tu nuca esté relajada, alargada y abierta. Que tu barbilla quede ligeramente recogida
5. Deja que se cierren tus ojos.
Conciencia del Cuerpo y Relajación.
Es vital estar consciente del cuerpo mientras meditas. No es algo ajeno a la meditación y tampoco es opcional. Es parte integral del proceso de la meditación. Si deseas meditar bien, es necesario que dediques unos minutos a la postura y a llevar tu atención por todo el cuerpo. Mientras más atención le pongas, al principio de la meditación, mejor será tu práctica. De otro modo, será como tratar de hacer una torta sin tomarte la molestia de mezclar antes los ingredientes y sin revisar que el horno tenga la temperatura adecuada.
Acomoda tu postura
Una vez que hayas revisado tu postura, usando la guía de las páginas anteriores, puedes comenzar a llevar tu atención por todo el cuerpo.
Conciencia del cuerpo y relajación
Empieza por hacerte consciente de los pies y del contacto con el piso. En verdad, deja que tus pies se llenen de tu atención. Mientras más consciente estés de tus pies, mejor se relajarán. Deja que los músculos se suavicen y se aflojen.
Dedícales uno o dos minutos y, luego, lleva tu atención al resto del cuerpo. Al pasar por cada músculo deja que se afloje. Hazte consciente de tus piernas, tus muslos, tus caderas, tu espalda, tus hombros, tus brazos, tus manos, tu nuca, tu cabeza y tu cara. Cada vez que tomes conciencia de alguna parte del cuerpo, suavízala, relájala y “déjate ir”.
Nota el cambio sutil en la calidad de tu experiencia cuando te has hecho consciente y luego te relajas. Con frecuencia, notarás que sientes más energía o un estremecimiento o, incluso, sentimientos de placer cada vez que se relaja tu cuerpo. Pon especial atención a estas partes del cuerpo, donde suele acumularse la tensión:
• La nuca
• Los hombros
• Las caderas
• Los muslos y las pantorrillas
Después de recorrer tu cuerpo, toma conciencia de él en su totalidad. Luego, lleva la atención al vientre y siente cómo se mueve, tranquila y rítmicamente, cada vez que inhalas y exhalas.
Relájate, suavízate, déjate ir. Ahora, estás listo para empezar a meditar. De hecho, ya comenzaste.